martes, 5 de junio de 2012

LA EDUCACIÓN EN CHILE. Parte I


Ciudad educadora.
Por: Rafael Sánchez Anillo.

LA EDUCACIÓN EN CHILE.
Parte I

En 1976, fue creada la fundación Chile, entidad privada sin fines de lucro, financiada principalmente por el Estado; esta entidad muy pronto se convirtió en el motor de exitosas industrias de exportación de salmón, vinos, fresas, madera y varias tecnologías de punta en el país, basado en una visita en 1980, a empresarios de Noruega, y luego a Escocia, donde vieron por primera vez la cría de salmones en jaulas. La fundación creó nuevas empresas salmoneras que cubrían toda la cadena productiva de la industria, desde la producción de huevos de salmón hasta la elaboración de salmón ahumado. En pocos años Chile había pasado de exportar prácticamente de cero  a vender un total de 2.300 millones de dólares anuales en salmón y trucha al resto del mundo, surtiendo el 38% del mercado mundial de salmón en el año 2008 y convirtiéndose – junto con Noruega – en el mayor exportador de salmón del mundo. En el año 2000 Ricardo Lagos, presidente de la Republica, hizo una gira por Silicón Valley, en California, y Seattle, acompañado por unos 100 empresarios, allí visitó laboratorios de las principales empresas de tecnología de la información de EU, y vieron que Chile necesitaba una buena infraestructura de redes de Internet y potenciar la investigación y el desarrollo de nuevos productos.

La fundación País Digital – una empresa privada Chilena sin ánimo de lucro – está piloteando una prueba para ver si a Chile le convendría adquirir el programa “Una Computadora para cada Niño”, en las escuelas públicas, desarrollado por Nicholas Negro ponte; de esta manera, se creó un Consejo Nacional de Innovación, copiado de Finlandia, para tratar de establecer una estrategia de innovación que le permita a Chile reducir su dependencia de las materias primas y convertirse en una economía basada en la innovación e incentivar a las empresas a vincularse a las universidades y sacar al mercado productos de mayor valor agregado. Se comenzó por identificar ocho sectores productivos prioritarios en los que Chile podía aspirar a tener ventajas competitivas mediante la innovación: agricultura, turismo, minería del cobre, servicios de tecnología de la información, alimentos procesados, fruticultura, avicultura y servicios financieros. Así, se creó un esquema de apoyo estatal al capital de riesgo, copiado de Israel, por el cual si un empresario pone un dólar para un proyecto de innovación con buenas posibilidades de éxito comercial, el Estado aporta tres dólares. En el año 2007, se  aprobó una ley de crédito tributario de promoción a la investigación y el desarrollo empresarial, por la cual si un empresario invierte en un proyecto de investigación y desarrollo tecnológico, puede ir a una universidad, y el Estado le financia mediante créditos impositivos 50% de lo que paga para esa investigación universitaria.






Ante todo este panorama, analistas políticos han asegurado que Chile es el país con la economía más globalizada de Latinoamérica: estabilidad política, y estado de derecho. Ya que la coalición de partidos de izquierda que gobernó durante dos décadas hasta 2010 triplicó el presupuesto educativo, y aumentó las horas de estudio en las escuelas de 940  a 1.200 por año. Mientras que en 1990 la escolaridad promedio de los chilenos era de 8.7 años, hoy es de 12.5, la más alta en América Latina y el 65% del financiamiento de la Universidad de Chile proviene de la venta de servicios y el 25% proveniente de los aranceles que pagan los estudiantes. La ayuda financiera estatal sólo cubre el 14%.

Cualquier aporte o crítica, enviar a: rsanillo@hotmail.com

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