Ciudad educadora.
Por
Rafael Sánchez Anillo.
¡Barranquilla
casi….sin puerto!
El
desierto portuario por la escases de embarcaciones al puerto, es un signo en que
el canal navegable no se encuentra en condiciones para el ingreso de barcos por su bajo calado, lo cual
prende las alarmas a las autoridades locales, departamentales, regionales y
nacionales, debido a las consecuencias nefastas para el desarrollo empresarial
y social, lo que permitiría colocar a
nuestra ciudad y por ende a nuestro puerto
en desventaja de competitividad y
desarrollo social, ante los retos de avance en la economía global, para darle
cumplimiento a los tratados de libre comercio, firmados entre el gobierno
nacional y los estados competitivos de comercio e industria.
Esta
situación es muy delicada y se puede convertir en grave, ya que Barranquilla
fue reconocida a inicios del siglo pasado por su pujanza, desarrollo económico
social y ciudad cosmopolita, precisamente por su capacidad logística portuaria
y características de ser abierta al mundo desde su puerto: por tanto, si su
puerto está casi cerrado o se deja cerrar, perderíamos ese 8º puesto que hoy
tenemos según los Índices de Progreso Social, por la falta de solución a la
problemática de desempleo, abandono, hambre, miseria, seguridad, movilidad, espacio
público y corrupción, ocurridos en los últimos 8 años ; y si esto sucede con el
puerto cerrado quedaríamos en el puesto 10º por debajo de ciudades que avanzan en
su desarrollo económico pero con prioridad en políticas publicas serias y
humanas.
Ante
esta situación se hace necesario que todas las fuerzas políticas, sociales,
gremiales, académicas y populares, nos unamos para sacar adelante la navegabilidad
del rio magdalena, que hoy se encuentra en vilo ante la declaratoria de
caducidad en el contrato de concesión por parte de Cormagdalena a Navelena. Es un
buen inicio el anuncio del gobernador Eduardo Verano de La Rosa, en declarar el
estado de calamidad económica al puerto, lo cual debe permitir el accionar de
manera inmediata del gobierno nacional para que se tomen las diligencias
administrativas y de inversión para poder permitir el calado de 32 pies necesario para que
nuestro puerto brinde las condiciones de navegabilidad y seguir en el sitial de
exportación e importación que siempre ha tenido.
Por
esto coincido con el codirector del Banco
de la República, Adolfo Meisel Roca, cuando critica “la falta de liderazgo
de la región es algo que se viene presentando desde hace muchos años”. Pero
aclarando que la mezquindad y egoísmo de algunos sectores gremiales de nuestra
ciudad, han llevado el puerto a esta crisis, cuando tuvieron la oportunidad de
buscar una solución permanente, pensaron más en el negociado del contrato de
mantenimiento para la navegabilidad a través del famoso cartel del lodo, y
permitieron que el Ministerio de Transporte en su momento se llevara la draga
de nuestro puerto, ocasionándole problemas a la navegalidad y por ende un daño a nuestro desarrollo
económico, que hoy se refleja en una crisis
portuaria , colocándonos en
desventaja comercial y desarrollo económico ante los puertos de Cartagena,
Santa Marta y Cartagena.
Esperamos una solución
inmediata de parte del gobierno nacional, ante la unidad de las fuerzas
políticas y sociales de nuestra ciudad, Departamento y Región Caribe. Es
necesario que los congresistas del atlántico y de la región caribe tomen las
mejores posiciones para salvar el puerto de Barranquilla, ya que se encuentra casi…cerrado.