martes, 5 de junio de 2012

LA EDUCACIÓN EN CHILE (II).


Ciudad Educadora.
Por: Rafael Sánchez Anillo.

LA EDUCACIÓN EN CHILE (II).

La meta del actual presidente de Chile,  Sebastián Pinera, es que su nación  pase a formar parte del Primer Mundo de la educación en el año 2018, y para alcanzar ese objetivo se propone aumentar su ingreso per cápita de 14 Mil 400 dólares anuales en el 2010 a 24 Mil dólares anuales en el año 2018; es decir, crecer 6% cada año. Por otro lado, se propone duplicar el subsidio estatal por alumno, para ofrecer mejores profesores y cualificar su formación en busca de la calidad educativa excelente.

A través de un fondo educativo, el estado invirtió en el extranjero 6 Mil  millones de dólares, el cual otorga el gobierno desde el año 2008, para financiar cerca de  6 Mil 500 becas anuales, para que estudiantes chilenos realicen  estudios de posgrado en Estados Unidos, Europa, Nueva Zelanda y Australia. El gobierno chileno, no se preocupa por la fuga de cerebros, no les importa que sus estudiantes  vuelvan a su país de inmediato; aunque, citan el ejemplo de la India, donde la gran mayoría de los estudiantes Indios se quedan en Estados Unidos unos 10 años y posteriormente, regresan a su país con un bagaje de conocimientos impresionante, mucho más creativos, y con más contactos internacionales, a servirle a su nación.
En chile el 30%, de los estudiantes de universidades públicas y privadas están becados y el 70% restante tiene acceso a créditos estudiantiles de bajo costo – 2% anual. Cuando el estudiante gradúa, debe pagar los costos de su educación universitaria, lo cual le obliga a elegir carreras que ofrezcan más garantías de empleo y mejores sueldos. Los costos en las universidades privadas son altos, oscilan entre los 3 Mil 200 dólares por año para humanidades, hasta unos 6 Mil 900 para medicina. La Universidad de Chile tiene muchos más estudiantes de ingeniería que de psicología, filosofía o sociología. Se admite cerca de 600 estudiantes por año en ingeniería, 50 en psicología, 50 en filosofía y 40 en sociología. Si el estudiante pasa de seis años y no se gradúa, aunque rinda materias no puede permanecer en la universidad. El Estado considera que no se puede usar dinero de los contribuyentes para pagar por estudiantes que no estudian.

El fenómeno más destacado de la educación superior chilena en las últimas décadas ha sido el auge de las universidades privadas, de las 58 universidades chilenas, 42 son privadas, y 36 de ellas fueron creadas en las tres últimas décadas; por tanto, se puede asegurar que la proliferación de universidades privadas fue lo que ayudó a masificar la educación superior en Chile.







Conclusión. Aunque se destaquen  los avances de Chile en la educación de América latina, tenemos que identificar los antecedentes de políticas de tercerización o privatización de la administración de la educación pública, donde los Chilenos han sido los gestores de la educación en concesión, por orientación del Banco Mundial y el Fondo Interamericano de Desarrollo; de esta forma, la educación no es manejada como una inversión social, sino como un negocio para los privados, tal como ocurre con la prestación del servicio de la educación universitaria, por el sector privado.

Cualquier aporte o crítica, enviar a: rsanillo@hotmail.com

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