martes, 11 de enero de 2011

Basta de balas pérdidas y uso de pólvora, por irresponsabilidad de los adultos.

Ciudad educadora. DIARIO LA LIBERTAD. ENERO 11 DE 2011
Por Rafael Sánchez Anillo.

Basta de balas pérdidas y uso de pólvora, por irresponsabilidad de los adultos.
Las diferentes circunstancias accionadas o facilitadas por adultos irresponsables por la utilización de armas con disparos al aire y la compra de pólvora a sus hijos ha desencadenado en muertes en gran porcentaje de niños y niñas inocentes, la cual ha prendido las alarmas al Gobierno Nacional, Procuraduría General de la Nación, Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Defensoría del Pueblo, Congreso de las Republica, Ministerios del Interior y Justicia, de Defensa y de Protección Social, Policía Nacional, Fiscalía General de la Nación y el Instituto Nacional de Medicina Legal, con el objetivo de buscar normas que conduzcan la penalización sin contemplación a las personas que faciliten pólvora, conduzcan en estado de embriagues y disparen al aire, con penas altas sin atenuación , teniendo en cuenta que en el caso de muertes por balas perdidas no está penalizado en nuestra legislación penal sino solo se encuentra como una prohibición en nuestro código de policía colombiano, lo mismo ocurre con el uso de la pólvora con consentimiento de padres y familiares, donde es responsabilidad de los alcaldes la venta de este producto mas no está penalizado en nuestra legislación
Según investigación del Centro de Recursos para Análisis del Conflicto, Cerac, en Colombia en los últimos 10 años, murieron al menos 1.000 personas por disparos indiscriminados. Las investigaciones, que aún no concluyen, señalan que los enfrentamientos entre ilegales y la disponibilidad de armas de fuego en el mercado, y sobre todo su mal uso, incluso de las legales, están detrás de esas muertes y lesiones. Para tratar de darle la debida solución a esta costumbre inhumana e insensible de disparar como muestra de alegría descontrolada, las autoridades competentes deben ser más estrictas en sus operativos de control y expedición de armas, y la ciudadanía tendrá que ser más solidaria denunciando a quien lo haga, haya causado o no perjuicio, pues la bala disparada al aire, no se sabe nunca adónde va a caer, pero en muchísimos casos siempre encuentra un blanco inocente en los niños.
Según cifras de la Procuraduría General de la Nación, 256 casos de quemaduras de menores ocasionadas por manipulación de la pólvora en las fiestas de fin de año y lo corrido del mes de enero, plantea que debemos examinar seriamente la legislación actual con relación al tema de la pólvora, porque si bien es cierto la ley establece que los alcaldes tienen unas funciones específicas respecto de la venta ilícita de pólvora, las medidas han sido totalmente insuficientes. Lo mismo ocurre en situaciones de persona que conduce un carro en estado de embriaguez y atropella y mata a alguien, y uno que dispara al aire y acaba con la vida de otro, ambos han cometido un homicidio culposo, excarcelable. Ninguno quería matar a nadie, pero terminaron haciéndolo.

Mientras en el país las muertes por choques violentos a causa del alcohol es la segunda causa de muerte con cerca de 5.300 al año, en diez años se han presentado mil muertes por balas perdidas en el país desde 2000, según un informe del Centro de Recursos para Análisis del Conflicto, Cerac.

Conclusión. Se hace necesario restringir la expedición de armas y educar a los portadores; por otro lado, hacer un control de armas a través de retenes y que el Gobierno Nacional en conjunto con el Congreso de la Republica expida normas severas a quienes causen muertes por disparos al aire, faciliten pólvora a los niños y niñas y conduzcan en estado de embriaguez.

Cualquier aporte o crítica, enviar a: rsanillo@hotmail.com

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