martes, 1 de febrero de 2011

LO QUE PERCIBIMOS DE LA INSEGURIDAD EN BARRANQUILLA.

Ciudad Educadora.
Por Rafael Sánchez Anillo.

LO QUE PERCIBIMOS DE LA INSEGURIDAD EN BARRANQUILLA.

Nuevamente me atrevo a mencionar en esta columna como nos hemos acostumbrados a leer los periódicos de nuestra ciudad y escuchar a través de los medios televisivos y de radio, la información de atracos, asesinatos, fleteos, atentados, balaceras, muertes por armas fuego y blancas, levantamientos de cadáveres, maltrato físico y muerte a mujeres por sus maridos celosos o enfermos, violación y maltratos a niños, niñas, adolescentes, y mayores edad, sin que exista la mínima manifestación social ó sea que se ha perdido en nuestra ciudad y el país la sensibilidad por la vida, como elemento vital para que una sociedad pueda desarrollarse y surgir desde el punto de vista humano y social. En los países desarrollados, la concepción de la vida es fundamental desde el punto de vista filosófico, antropológico y espiritual, donde las personas mueren por vejez o por enfermedades congénitas ó adquiridas, y con el acontecimiento de un crimen, se moviliza la sociedad civil a través de marchas, condena o rechazo público y las exigencias a autoridades de resultados y justicia. Pero aquí en nuestro terruño no existe la mínima posibilidad de que se manifieste o exija a los mandatarios la seguridad y tranquilidad ciudadana, ya que quienes son los responsables de nuestra seguridad solo responden con las acostumbradas frías estadísticas trimestrales, semestrales o anuales, donde explican que en relación al año anterior hay 6 ó 7 asesinatos menos; se ha reducido el robo de motos y carros en un 40% con relación al año anterior; el fleteo se ha reducido en el 70% menos en comparación con el último trimestre; el asalto a residencias es del 60% menos en comparación con lo ocurrido en el año pasado; el atraco a buses y carros se redujo con respecto al año anterior en un 60% y para cerrar con broche de oro la frase célebre “hemos capturado en los últimos días las bandas más peligrosas que tenían sembrado el pánico en la ciudad”. No obstante, la realidad es otra, hoy la sociedad barranquillera, el pueblo atlanticense se está enfermando de crisis nerviosa, preocupación, estrés y agotamiento, cuando se encuentran fuera de su residencia o algunos de sus familiares y estas circunstancias se traducen en enfermedades que algunos no alcanzan a percibir en aumento de presión arterial, dolores precordiales, neurológicos o síntomas somáticos producto de la situación de inseguridad , tal como se puede justifica en la encuesta de Napoleón Franco, en respuesta a los encuestados dada a conocer a la Corporación Barranquilla Vamos realizada en el año 2009 en Barranquilla , donde se preguntaba cuales son los problemas más grave en relación con la seguridad que se presenta en su barrio y las respuestas fueron : atracos callejeros en un 87%, trafico de drogas en un 29%, atracos en tiendas de los barrios en un 11%, existencia de pandillas 18%, asalto a casas y apartamentos 18%, homicidios 6 %, lo cual puedo afirmar sin equivocarme que estas cifras están disparadas algunas al doble y triple. Nuevamente insto a la clase política, organizaciones sociales, organismos que trabajan por la paz, lideres, la iglesia comprometida, a movilizarnos para exigir a nuestras autoridades unas mejores condiciones de convivencia y tranquilidad para nuestro pueblo barranquillero y atlanticense.
Cualquier aporte o critica, enviar a : rsanillo@hotmail.com

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